viernes, 4 de abril de 2014


SERÁS FELIZ ME DIJO LA VIDA, PERO PRIMERO TE HARÉ FUERTE

"Eras una niña llena de miedos" Me recuerda mucho la gente que me conoce desde hace años. Y es cierto, lo era y he ido superando muchos de ellos, aunque aún aparecen nuevos miedos o incluso en ocasiones reaparecen algunos que creía tener gestionados.

Reflexionar sobre esto me ha llevado a concluir que los miedos son los puntos claves que nos permitirán desplegar nuestro mayores recursos internos.

Hace unos días comentaba mi hipótesis de que "las personas cambian incluso aunque ni puedan, ni quieran" o al menos de forma consciente, porque el otro día hablando con una amiga recordé que yo ni quería trabajar en banca, ni quería ser directora, ni quería conducir, ni quería dedicarme a dar reiki.... yo me hubiera quedado en mi "pequeña cajita de confort" y que allí nadie me mirara, que yo estaba muy requetebien, que para qué me quería yo complicar la vida...

Me daba miedo ser directora y acabé siendo directora, me daba miedo conducir y tuve que acabar conduciendo, me daban miedo las alturas y acabé subiendo una cuerda de 4 metros, me daba miedo dejar la seguridad de un trabajo fijo...

¿Cómo puede ser que a lo largo de mi vida todos o la gran mayoría de los miedos que tengo o tenía los he tenido que experimentar finalmente de primera mano? muy a mi pesar, y por mucho que he tratado de huir o esconderme de ellos, me han perseguido hasta finalmente alcanzarme.

Y reconozco que una vez afrontados y superados nace dentro de mí una fuerza que me impulsa a pedirle más a la vida. A querer ir a por el siguiente reto. Y sobretodo, a querer animar a los demás a hacer lo mismo.

Quizás, como me dijeron recientemente, el rompecabezas de mi vida adquiere sentido porque de forma directa o indirecta cuando un coachee comienza contándome sus mayores bloqueos, sus resistencias, en seguida revivo el recuerdo de aquellas sensaciones similares en mí y puedo empatizar con él o ella.

Lo más maravilloso de ser coach es que sesión tras sesión vas observando como la actitud, la postura corporal y hasta la energía del coachee se va transformando. En las últimas sesiones ves un brillo especial en su mirada que a mí no dejará de ponerme jamás los pelos de punta. Me emociono con ellos, porque al mismo tiempo que ellos crecen yo lo hago a su lado.

Cada día tengo más claro que la VIDA no es ni más ni menos que un experimento de desarrollo personal, donde cada uno elige de forma consciente o inconsciente hasta dónde quiere llegar.

Veo en todos y cada uno de vosotros la infinidad de posibilidades, y sé que sois el espejo de las mías.

Dicen que allí al otro lado de aquella colina, aquella tan alta que ves hay un hermoso prado esperando... a mí me da miedo, pero yo voy ¿vienes?

Si por un momento me veis encogida y desolada, puede ser que esté en plena lucha con uno de mis miedos. Será sólo cuestión de tiempo que pueda salir una vez más victoriosa para querer compartir con el mundo entero que todos, TODOS,  tenemos la posibilidad de vencer al más difícil de todos ellos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario